«La verdad, me río»: Maite Perroni sorprende con respuesta a quienes critican su cuerpo

Maite Perroni volvió a colocarse en el centro de la conversación digital luego de asistir como invitada especial a la inauguración del Congreso Distrito Creativo, organizado por el gobierno de El Salvador.

Aunque su presencia generó entusiasmo entre los asistentes, en redes sociales algunos internautas lanzaron comentarios despectivos sobre su cuerpo, enfocándose en su peso y comparando su figura con la que tenía antes de convertirse en madre.

Maite Perroni estalla contra las críticas sobre su cuerpo

Las críticas pronto se volvieron virales, impulsando el nombre de la actriz y exintegrante de RBD a las principales tendencias. En medio de la controversia, la artista decidió responder con un mensaje que no solo dejó clara su postura, sino que también invitó a reflexionar sobre la violencia que enfrentan miles de personas por su apariencia.

Tras el revuelo que se generó, Maite reapareció en sus redes sociales con un mensaje firme y transparente. “Hola, soy Maite Perroni. Peso setenta y dos kilos. Y eso que no me he visto cuando pesaba noventa y cuatro”, comenzó, sorprendiendo a sus seguidores por la honestidad de sus palabras.

La actriz destacó que nunca imaginó que su peso pudiera convertirse en un tema tan relevante, especialmente en un contexto donde ocurren situaciones verdaderamente importantes tanto en México como en el mundo. Aseguró que los comentarios ofensivos no la afectaron porque “no forman parte de su vida real”.

“La verdad, me río”: una reflexión profunda sobre los estereotipos

En su mensaje, Perroni habló sobre la presión que ejercen los estereotipos y cómo estos afectan la percepción que las personas tienen de sí mismas. “Mientras algunas personas están muy ocupadas en analizar mi cuerpo como si se tratara de dar un informe financiero, yo estoy viviendo mi presente, criando a mi hija, viviendo mi vida real”, expresó.

La cantante señaló que esta situación la llevó a reflexionar sobre tres posibles caminos: victimizarse, guardar silencio o abrir una conversación más profunda. Optó por la tercera opción, enfocándose en visibilizar un problema que trasciende su caso personal.

«Hemos tratado de cambiarnos por encajar en los estereotipos que dicta la sociedad… Vivimos en un mundo donde nunca se es suficiente”, afirmó, aludiendo a la constante presión por cumplir estándares irreales de belleza, éxito y perfección.

Una invitación a aceptar los procesos personales

Maite también habló de los cambios naturales que experimentan los cuerpos y la importancia de aceptarlos con amor. “Cada cuerpo tiene una historia que contar… Yo decido abrazar mi cuerpo y agradecerle por haberme traído hasta aquí”, expresó.

Recalcó que el verdadero poder está en acompañar y honrar cada etapa de la vida, especialmente en un camino tan transformador como la maternidad.

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